Los combates de Celaya y la estrategia constitucionalista en la Revolución Mexicana
- Jesús Arroyo Cruz
- 11 jun
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct
Los combates de Celaya marcaron un giro militar en la Revolución Mexicana, y por eso, representan un episodio clave en la afirmación del proyecto constitucionalista liderado por Venustiano Carranza y ejecutado por Álvaro Obregón. En Los combates de Celaya. Crónicas y testimonios, compilado y comentado por José Antonio Martínez Álvarez, se ofrece una mirada crítica y profundamente documentada sobre estos enfrentamientos, proponiendo una lectura que va más allá del campo de batalla: la confrontación entre dos modelos de nación.
Por un lado, la visión villista, de corte popular y descentralizador, que buscaba responder a las demandas sociales desde una lógica de autonomía regional y justicia agraria inmediata. Por otro, el modelo constitucionalista, más institucional y jerárquico, que pretendía reconstruir el orden republicano y encauzar la Revolución Mexicana mediante nuevas leyes y estructuras. Los testimonios recogidos en la obra —cartas, partes de guerra, telegramas, crónicas periodísticas— revelan el drama humano de los combatientes y las estrategias discursivas con las que cada bando buscó legitimar su causa ante la historia.
Martínez Álvarez narra los hechos militares, y además coloca en el centro del análisis la dimensión simbólica y política de la batalla. Celaya fue, además de un campo de fuego, un laboratorio de legitimidad. Allí se puso a prueba la capacidad de liderazgo de Obregón y la eficacia de una estrategia militar moderna frente a las embestidas casi míticas del villismo. El resultado fue la derrota táctica de la División del Norte y la afirmación definitiva del proyecto carrancista como vía dominante hacia la reconstrucción nacional. Celaya fue, en ese sentido, una encrucijada histórica de la cual emergió un nuevo equilibrio político, marcado por el ascenso del militar-civil que sería clave en los años por venir del General Álvaro Obregón.
¿Qué ocurrió en los combates de Celaya?
Durante abril de 1915, en las llanuras del Bajío guanajuatense, se enfrentaron dos de las fuerzas más poderosas del México revolucionario: el Ejército del Noroeste, comandado por Obregón, y la División del Norte, dirigida por Francisco Villa. Aunque comúnmente se les conoce como "batallas", Martínez Álvarez insiste en que el término más apropiado es "combates", ya que reflejan enfrentamientos sostenidos, estratégicamente organizados, pero de duración fragmentaria.
Los días 6 y 13 de abril fueron decisivos. Obregón implementó una estrategia defensiva basada en trincheras, alambradas y ametralladoras, inspirada en las tácticas observadas en la Primera Guerra Mundial. Villa, por su parte, recurrió a cargas frontales que resultaron catastróficas. La derrota de la División del Norte significó la pérdida de su fuerza operativa sumado al colapso de su proyecto político.
Obregón como estratega político-militar
Aunque los combates se libraron con bayonetas y cañones, la verdadera victoria fue política. Obregón, entendió que la guerra debía tener un correlato institucional. Por ello, mientras derrotaba a Villa en el campo, articulaba discursos que legitimaban su causa como defensora del orden constitucional.
Martínez Álvarez señala que Obregón actuó con un instinto militar refinado, envuelto en una comprensión cabal de los objetivos de Carranza, pues comprendió que se debía restituir la legalidad tras el golpe de Estado de Victoriano Huerta y consolidar un gobierno civil respaldado por una nueva Constitución. Así, Celaya fue tanto una derrota táctica para Villa como una afirmación del Estado moderno mexicano.
¿Por qué fueron tan importantes los combates de Celaya?
Porque definieron el rumbo de la Revolución Mexicana, inclinando la balanza a favor del constitucionalismo; permitieron la consolidación de un proyecto de nación basado en leyes, instituciones y una nueva Constitución; marcaron el declive definitivo del villismo como fuerza política. Además, estos combates mostraron la superioridad de la estrategia moderna frente al heroísmo romántico. Obregón, pragmático y metódico, rompió con el paradigma de las guerras de guerrillas al imponer una lógica racional y sistemática del combate.
¿Cuáles fueron las causas de los combates de Celaya?
El conflicto entre las fuerzas constitucionalistas y las villistas fue el resultado de desacuerdos sobre la legitimidad del poder revolucionario tras la caída de Huerta. Mientras Carranza impulsaba un proyecto institucional, Villa defendía una visión más popular y regionalista.
¿Qué papel tuvo Álvaro Obregón en los combates de Celaya?
Obregón fue el comandante en jefe del Ejército del Noroeste y artífice de la estrategia que derrotó a Villa. Su papel fue clave tanto en lo militar como en lo político.
¿Qué consecuencias dejaron estos combates?
La victoria constitucionalista allanó el camino para la promulgación de la Constitución de 1917 y para el ascenso político de Obregón, quien se convertiría en Presidente de la República en 1920.
Un legado que trasciende las armas
El libro Los combates de Celaya editado por La Atenas de América incluye documentos, testimonios y crónicas que permiten reconstruir el ambiente político, social y cultural de la época. A través de estos textos, se percibe el drama humano de la Revolución, la dureza de las decisiones tácticas, y la complejidad del poder en tiempos de transformación radical. Si deseas adquirirlo en sus versiones ebook, pasta blanda o pasta dura puedes visitar Amazon y de esta forma, conocer a fondo el episodio que definió el rumbo de la Revolución.
Celaya como parteaguas
Los combates de Celaya representan el momento en que el constitucionalismo dejó de ser un ideal abstracto para convertirse en proyecto político dominante. La victoria de Obregón además de militar, validó un nuevo modelo de Estado.
A través de la recopilación de partes oficiales, testimonios de soldados, observaciones periodísticas y crónicas diplomáticas, Martínez Álvarez demuestra que Celaya fue un punto de inflexión en la historia política de México. La planificación meticulosa de Obregón —desde las defensas por trincheras hasta el desgaste progresivo del enemigo mediante una guerra de posiciones— marcó el ingreso de la Revolución en una fase moderna, racional y centralizada. Fue el momento en que el carrancismo dejó de ser una corriente más del proceso revolucionario y se consolidó como la vía hegemónica hacia la institucionalización.
El autor nos muestra cómo la narrativa oficial construida tras la batalla sirvió para proyectar a Obregón como héroe nacional y estratega brillante, mientras se deslegitimaba el proyecto villista asociándolo al caos, la improvisación y la anarquía. En este sentido, Celaya fue también el triunfo del relato constitucionalista que dependía tanto del parte de guerra como de la capacidad de inscribirse en la memoria colectiva como el camino hacia la paz y el orden. Celaya se convirtió, así, en el epicentro donde se redibujó el mapa político del México posrevolucionario y Álvaro Obregón fue su cartógrafo.
Este artículo ha sido escrito por Jesús Arroyo Cruz con base en fuentes históricas de los siglos XIX y XX. Nuestros contenidos están diseñados para aportar y acompañar en el camino del conocimiento.





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