La revolución en Celaya y el reordenamiento del poder en México
- Jesús Arroyo Cruz
- 11 jun
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct
La historia de la Revolución Mexicana no puede entenderse sin detenernos en los eventos ocurridos en Celaya entre 1910 y 1915. En este escenario decisivo se gestó una lucha por el poder y la nueva configuración del Estado mexicano. La revolución en Celaya (1910–1915). Estudio histórico, editado por La Atenas de América y escrito por José Antonio Martínez Álvarez, brinda una fuente rigurosa y apasionante para comprender los procesos políticos, militares y sociales que marcaron este periodo. A través de una cuidadosa selección de partes militares, artículos de prensa, discursos y decretos, la obra muestra cómo Celaya se convirtió en un punto nodal del conflicto entre los proyectos de nación representados por el villismo y el constitucionalismo.
Con estas fuentes primarias, el autor explica con minuciosidad una batalla estratégica cargada de simbolismo político y dan cuenta de la forma en que Álvaro Obregón articuló una defensa militar profundamente vinculada a una visión institucional del Estado. Celaya fue, en este aspecto, la escena donde el constitucionalismo dejó de ser una consigna para transformarse en una práctica de gobierno.
Celaya como eje político y militar
Desde los primeros capítulos del libro, Martínez Álvarez pone de manifiesto la posición estratégica de Celaya en la geografía y en la política de la Revolución. Además de haber sido un cruce de caminos entre las fuerzas del norte y del centro, fue un espacio donde se concentraron decisiones políticas que trascendieron el campo de batalla.
Los años de 1914 y 1915 convirtieron a Celaya en el teatro de enfrentamientos entre las facciones revolucionarias que pretendían heredar el proyecto iniciado por Madero. Fue aquí donde se enfrentaron dos visiones antagónicas: el villismo, con su retórica popular y su liderazgo carismático, y el constitucionalismo, impulsado por Venustiano Carranza y ejecutado en el terreno por Álvaro Obregón, el máximo caudillo.
Martínez Álvarez documenta los hechos bélicos con precisión documental e interpreta las consecuencias políticas de cada maniobra militar. La Revolución en Celaya, según este enfoque, fue una guerra por el sentido de la nación moderna.
Un reordenamiento institucional en marcha
Uno de los aportes más valiosos del libro es su capacidad para relacionar los sucesos militares con la construcción de un nuevo modelo de Estado. En las páginas dedicadas a los combates de 1915, el lector puede advertir cómo cada victoria de las fuerzas constitucionalistas allanó el camino hacia la institucionalización del poder.
La revolución en Celaya marcó un parteaguas. A partir de la derrota de las fuerzas convencionistas, el constitucionalismo prevaleció como fuerza armada, se legitimó y fortaleció su derecho a gobernar y reformar. Este proceso culminaría dos años después con la promulgación de la Constitución de 1917, pero en Celaya ya se vislumbraban los trazos de un nuevo pacto social.
Obregón, como líder militar del constitucionalismo, venció en el terreno de las armas. También comenzó a delinear una visión de país basada en la legalidad, la educación y la pacificación, pilares que pueden observarse en partes de guerra, comunicados oficiales y testimonios de época, que ofrecen un retrato vívido del reordenamiento en curso y que más tarde tomarían una forma definitiva en la narrativa de sus informes presidenciales.
La dimensión social del conflicto
La revolución en Celaya fue una lucha entre caudillos y un conflicto con raíces profundas en las desigualdades sociales, que se reflejan claramente en los testimonios sobre el impacto de la guerra en los civiles, los cambios en la propiedad de la tierra, la presencia de las mujeres en tareas logísticas y sanitarias, y la transformación del espacio urbano.
Esta dimensión social es crucial para comprender por qué Celaya fue más que un campo de batalla. Fue también un laboratorio de la nueva nación. A través de archivos municipales, discursos, cartas y artículos de prensa, Martínez Álvarez demuestra que la revolución en Celaya fue sentida por la población como algo más que un cambio de mando, fue una conmoción histórica que trastocó todos los órdenes de la vida cotidiana.
¿Por qué Celaya fue un punto estratégico en la Revolución Mexicana?
Porque se ubica en el centro del país y era un nudo ferroviario fundamental. Además, su control permitía asegurar la comunicación entre el occidente, el Bajío y el centro político del país. Los combates que allí se libraron fueron decisivos para determinar el rumbo del movimiento revolucionario.
¿Qué papel jugaron Álvaro Obregón y Venustiano Carranza en los combates de Celaya?
Carranza fue el líder político del constitucionalismo, mientras que Obregón fue su brazo militar más eficaz. En Celaya, Obregón diseñó una estrategia que logró derrotar a Francisco Villa, consolidando el proyecto carrancista y debilitando el movimiento convencionista.
¿Cómo impactó la revolución en Celaya a la población civil?
El conflicto provocó desplazamientos, escasez de alimentos, militarización de espacios públicos y la transformación de instituciones locales. La revolución en Celaya (1910–1915). Estudio histórico, presenta testimonios que muestran la manera en que los celayenses vivieron estos años de guerra e incertidumbre.
Revalorando Celaya desde una mirada historiográfica
A diferencia de las narrativas que simplifican la Revolución Mexicana como una serie de batallas, Martínez Álvarez nos invita a una relectura crítica. Por medio de una meticulosa labor documental, recupera voces olvidadas, reconstruye debates públicos y contextualiza cada episodio bélico en su dimensión política e institucional.
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Mucho más que un combate
La revolución en Celaya fue mucho más que un combate. Fue el punto de inflexión en que se definió qué México saldría de la Revolución: uno de instituciones, legalidad y centralización del poder. Las batallas libradas en abril de 1915 entre las fuerzas villistas y constitucionalistas sellaron la suerte de la División del Norte, y al mismo tiempo, reafirmaron el liderazgo de Álvaro Obregón como brazo ejecutor del proyecto político de Venustiano Carranza. José Antonio Martínez Álvarez documenta con maestría este momento decisivo, aportando partes militares, boletines de guerra, telegramas confidenciales y declaraciones oficiales que permiten entender cómo el triunfo de Obregón en Celaya se convirtió en la piedra angular del nuevo Estado posrevolucionario.
Este episodio histórico, cuidadosamente reconstruido muestra que la estrategia militar se subordinó a una visión política más amplia al consolidar un poder central capaz de institucionalizar las reformas sociales contenidas en la Constitución de 1917. La sistematización cronológica de los documentos evidencia que la victoria constitucionalista fue producto de una voluntad organizada de imponer orden, estructura y legitimidad en un país desgarrado por la guerra civil.
La revolución en Celaya, fue también una revolución del discurso político, del lenguaje del poder y de la forma de construir autoridad. El conocimiento crítico del pasado honra la memoria e ilumina nuestro presente con claves para comprender los dilemas del poder, la legitimidad y la violencia en la historia nacional.
Este artículo ha sido escrito por Jesús Arroyo Cruz con base en fuentes históricas de los siglos XIX y XX. Nuestros contenidos están diseñados para aportar y acompañar en el camino del conocimiento.





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