Vasco de Quiroga y los testimonios de su santidad en cinco siglos
- Jesús Arroyo Cruz
- hace 5 días
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Vasco de Quiroga fue más que un obispo: fue un modelo de caridad cristiana, justicia social y evangelización viva. Su nombre, aún hoy, resuena con fuerza en los pueblos de Michoacán, donde su legado permanece tangible en colegios, hospitales, comunidades y procesiones.
Este artículo basado en el libro Testimonios sobre la Santidad de Don Vasco de Quiroga, Primer Obispo de Michoacán, reúne la admiración de 79 autores desde el siglo XVI hasta el XXI, formando un verdadero mosaico histórico de fe y veneración.
El libro editado por La Atenas de América, incluido en su colección Joyas católicas y escrito por el erudito José Pascual Guzmán de Alba —autor de El Libro de los Libros. Epistolario Divino: Comentarios a los 73 libros de la Sagrada Escritura y Gramática Latina I y II— no solo compila textos, sino que revela cómo distintas generaciones han reconocido en Don Vasco un santo. Las voces de cronistas, arzobispos, historiadores, poetas, Papas y escritores construyen una imagen perdurable que hoy fortalece la causa de beatificación iniciada por la Iglesia de Morelia.
Una santidad testimoniada en cinco siglos
A diferencia de otras figuras de la Iglesia, la santidad de Vasco de Quiroga no es el resultado de una tradición tardía. Desde su época, los testimonios hablan de su caridad entrañable, su justicia valiente y su santidad heroica. El presbítero Cristóbal Cabrera, su contemporáneo y primer biógrafo, dejó constancia de su vida austera, de su entrega a los indígenas, y del fruto misionero de sus "pueblos hospitales".
Desde el siglo XVI, pasando por cronistas virreinales como Fray Juan de Medina Rincón y Francisco de Florencia, hasta llegar a Juan Pablo II, la figura de Tata Vasco ha sido reconocida como modelo de obispo, defensor del indígena y sembrador de esperanza cristiana. El documento recuerda también que su causa fue oficialmente abierta en 1997 en la basílica de Nuestra Señora de la Salud de Pátzcuaro.
Autores como Humboldt, León Lopetegui y Silvio Zavala han reconocido su liderazgo moral y su sentido práctico de la evangelización. Gabriela Mistral escribió con admiración sobre su espíritu de justicia, y otros autores más recientes han subrayado la necesidad de retomar su modelo de Iglesia inclusiva y cercana al pueblo.
El libro no sólo es una compilación cronológica, sino una confesión colectiva: durante cinco siglos, hombres y mujeres de fe y cultura han sostenido que Vasco de Quiroga merece ser canonizado. El conjunto de testimonios es tan diverso en procedencia como unánime en juicio.
¿Por qué Vasco de Quiroga es llamado santo por tantos?
Porque su vida fue un acto constante de evangelización y justicia. Don Vasco no sólo predicó, sino que actuó: construyó colegios, fundó hospitales, organizó comunidades autosuficientes, y vivió en pobreza voluntaria para ayudar a los más pobres. Dedicó su vida a que los pueblos indígenas conocieran el Evangelio con dignidad.
Porque inspiró una estructura eclesial sólida. Fundó el Colegio de San Nicolás Obispo y dejó una diócesis organizada, con hospitales en cada parroquia y una fuerte identidad mariana. Muchos lo comparan con San Ambrosio y San Pablo.
Porque su santidad es documentada y continua. El libro presenta autores tan diversos como Humboldt, Gabriela Mistral, Juan Joseph Moreno, José Ignacio Árciga, Nicolás León, J. Benedict Warren, Eduardo Galeano, Juan Pablo II y hasta testimonios recientes del proceso diocesano.
Porque vivió según una visión integradora de la fe. Don Vasco no impuso: acompañó. No colonizó: compartió. Su modelo se adelantó siglos a la Doctrina Social de la Iglesia, proponiendo una comunidad donde cada persona tuviera techo, trabajo, comida, educación y fe. Fue un misionero que abrazó la cultura indígena y no la destruyó.
¿Qué hizo Vasco de Quiroga por los indígenas?
Fundó comunidades modelo llamadas pueblos–hospitales, donde se atendían sus necesidades materiales y espirituales. Les enseñó oficios, organizó sus tierras y protegió su dignidad.
¿Está en proceso de beatificación?
Sí. Desde 1997 su causa fue abierta en la diócesis de Morelia. Actualmente está en Roma, bajo estudio de la Congregación para las Causas de los Santos.
¿Qué lo hace único entre los evangelizadores de América?
Su visión fue integral: no solo predicar, sino acompañar, educar y organizar. Su modelo de evangelización pacífica lo convierte en precursor de la "Iglesia en salida" promovida por el Papa Francisco.
¿Qué relación tiene Vasco de Quiroga con la conquista espiritual de Michoacán?
Fue una figura clave en la llamada "conquista divina de Michoacán". A diferencia de la conquista militar, él promovió una evangelización pacífica, educativa y comunitaria, basada en el respeto y la integración.
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Vasco de Quiroga: pionero de una evangelización humanista
La obra y figura de Vasco de Quiroga no solo pertenece al pasado. Hoy, sus acciones siguen hablándole a un México necesitado de justicia, ternura, organización y fe activa. El libro que da origen a este artículo es prueba viva de que su memoria no se ha apagado. Al contrario, los testimonios de su santidad siguen creciendo, como árboles que florecen aún en tierra reseca.
Vasco de Quiroga no dejó teorías: dejó huellas. Fue pionero de una evangelización humanista que puede iluminar los caminos de la Iglesia contemporánea. Su vida es una respuesta concreta a los desafíos de la pobreza, el abandono, el racismo y la deshumanización que siguen presentes en América Latina.
Desde La Atenas de América, te invitamos a conocer este libro y ser parte de una causa que es histórica, espiritual y profundamente humana.

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