top of page

Las Constituciones Políticas de Michoacán en el siglo XIX

  • Foto del escritor: Jesús Arroyo Cruz
    Jesús Arroyo Cruz
  • hace 3 días
  • 4 Min. de lectura

En Michoacán, el siglo XIX fue una época de giros abruptos, proyectos fallidos y búsquedas incansables. La Independencia trajo consigo más que libertad, abrió un horizonte incierto donde cada grupo político quiso moldear el destino del país a su manera. En medio de esa lucha, surgieron las primeras Constituciones de Michoacán. No eran textos neutros. Eran apuestas. Trazos para organizar un mundo nuevo, aún marcado por la herencia española.


En 1825, el Estado promulgó su primera Constitución Política. Fue un acto de afirmación política: Michoacán quería reconocerse como entidad libre dentro de una república federal apenas naciente. Sin embargo, esta aspiración encontró obstáculos casi inmediatos. La tensión entre centralistas y federalistas hizo que esa autonomía fuera puesta en pausa más de una vez. En distintas etapas, los Estados perdieron su soberanía y fueron reducidos a departamentos sin capacidad de decisión.


Mientras tanto, el país entero atravesaba convulsiones. Se caía un Presidente y subía otro, las leyes duraban lo que un suspiro, y el proyecto republicano parecía desvanecerse entre planes militares, guerras internas e invasiones extranjeras. Aun así, cada nueva Constitución estatal fue también un intento de retomar el control, de redefinir las reglas del juego. No solo respondían a contextos legales, sino a necesidades urgentes de orden, justicia y representación.


Michoacán no fue la excepción. Sus constituciones acompañaron ese vaivén nacional. Cambiaron con los gobiernos, reflejaron los valores en disputa y trataron de mantener viva la promesa federalista. Bajo el papel, se libraban también batallas simbólicas. Y en cada palabra escrita por los constituyentes, puede leerse como un esfuerzo por sostener al federalismo en medio del caos.


Michoacán entre imperios, repúblicas y dictaduras

El siglo XIX fue un tiempo de cambios drásticos para Michoacán. A lo largo de ese periodo, la política nacional osciló entre diputaciones provinciales, imperios efímeros, repúblicas federalistas, centralismos autoritarios y proyectos monárquicos importados. Cada nueva forma de gobierno obligaba a los estados a rehacer sus normas, a redefinir su lugar dentro de una nación que todavía no encontraba estabilidad. Michoacán no fue la excepción. Sus constituciones se adaptaron, resistieron o abrazaron esos giros, dejando testimonio de cómo el derecho local se forjaba en medio de las tensiones nacionales.


Tras la Independencia, el Estado vivió primero bajo el imperio de Iturbide. Pronto vino la República Federal de 1824, que abrió espacio para que Michoacán promulgara su primera Constitución Política en 1825. Sin embargo, eso no duró. Con las Siete Leyes de 1836, el país volvió al centralismo, y los Estados, reducidos a departamentos, perdieron su soberanía. No fue sino hasta 1857 que el federalismo se restableció de forma más sólida.


Ese mismo año, en un país aún sacudido por guerras y divisiones, se aprobó una nueva Constitución federal que reflejaba las ideas del liberalismo radical. Michoacán respondió al año siguiente con su propia constitución estatal. El texto de 1858 fue audaz para su época. Defendía principios que hoy consideramos fundamentales: educación laica, libertad de cultos, igualdad ante la ley y el fortalecimiento del municipio como base del poder público. Más que replicar la Constitución nacional, el documento michoacano dialogaba con ella desde su realidad particular. Apostaba por la construcción de un Estado moderno arraigado en la experiencia local.


Detrás de ese proyecto estaban años de luchas ideológicas, debates sobre el papel de la Iglesia, tensiones entre centralistas y federalistas, y un contexto internacional que presionaba desde todos los frentes. La Constitución de 1858 no fue un acto aislado. Fue el resultado de décadas de intentos, retrocesos y aspiraciones. Representó un momento donde el derecho se convirtió en herramienta para imaginar un país más justo y un estado más libre. Por eso, su estudio sigue siendo clave para entender cómo Michoacán enfrentó, con ideas y voluntad, los vientos cambiantes del siglo XIX.

 

¿Cuáles eran los principales conflictos constitucionales en Michoacán?

Uno de los temas centrales fue la forma de gobierno. El federalismo era visto por muchos michoacanos como una garantía de libertad local frente al poder central. No obstante, hubo fuerzas internas que preferían el orden del centralismo. Las Constituciones de Michoacán fueron, en ese sentido, campos de batalla ideológicos.


Otro conflicto fue la relación entre Iglesia y Estado. Las leyes de Reforma, impulsadas desde el centro, también se reflejaron en los textos estatales. En Michoacán, donde el poder eclesiástico había sido muy fuerte, esta transición fue particularmente delicada.


¿Cuántas constituciones Políticas ha tenido Michoacán?

Durante el siglo XIX, Michoacán tuvo dos Constituciones Políticas: la de 1825 y la de 1858. En el siglo XX, fue promulgada otra Carta Fundamental el 5 de febrero de 1918. Cada una respondió a contextos históricos distintos y reflejó los debates nacionales del momento.

 

¿En qué se diferenciaban las Constituciones Políticas de Michoacán de la federal?

Aunque tomaban como base el modelo federal, las constituciones locales adaptaban principios a las circunstancias estatales. Por ejemplo, la de 1858 reflejó una defensa clara del municipio libre y del papel activo del Estado en educación.


¿Por qué fueron importantes las constituciones estatales?

Porque permitieron a los Estados como Michoacán ejercer su soberanía dentro del federalismo. También sirvieron como espacios de experimentación legislativa y reflejo de sus valores locales.


Un legado que sigue vigente

Estudiar las constituciones de Michoacán es asomarse al alma política del Estado. Cada texto revela las pugnas entre libertad y control, tradición y reforma. La historia constitucional de Michoacán no está cerrada. Los principios de 1825 y 1858 siguen siendo referencias clave para entender los debates actuales sobre autonomía, federalismo y justicia social. Si deseas estudiarlos a profundidad, te sugerimos adquirir en Amazon Las Constituciones Políticas de Michoacán en el siglo XIX, disponible en ebook y pasta blanda, escrito por el erudito José Herrera Peña y publicado por La Atenas de América.


Este artículo ha sido escrito por Jesús Arroyo Cruz con base en fuentes históricas de los siglos XIX y XX. Nuestros contenidos están diseñados para aportar y acompañar en el camino del conocimiento.


Portada de Las Constituciones Políticas de Michoacán en el siglo XIX: Tomo VII

Comentarios


bottom of page