Qué pasó en Celaya cuando Obregón derrotó a Villa
- Jesús Arroyo Cruz
- 4 nov
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Actualizado: 4 nov
En medio del fragor revolucionario, el nombre de Álvaro Obregón emergió como un estratega militar eficaz, un hábil constructor de poder simbólico y un personaje esencial de la Revolución Mexicana. Hoy, más de un siglo después, su figura sigue dividiendo opiniones: ¿fue un genio táctico o un político con suerte? ¿Un defensor de la República o el primer arquitecto del presidencialismo mexicano?
En este artículo, exploramos la figura del Manco del Bajío —con base en el libro Álvaro Obregón en Celaya de José Antonio Martínez Álvarez— su duelo con Pancho Villa, y el modo en que los combates del Bajío decidieron el rumbo de la Revolución y marcaron una nueva etapa en la relación entre la guerra, el poder y la memoria histórica.
Obregón contra Villa: el poder se decide en el Bajío
El 15 de abril de 1915, en las afueras de Celaya, estalló uno de los combates más emblemáticos de la Revolución Mexicana. Por un lado, Francisco Villa, líder de la División del Norte, con su fuerza temible, carismática y desorganizada. Por el otro, Álvaro Obregón, comandante del Ejército del Noroeste, con una estructura más disciplinada, moderna y estratégica.
La victoria de Obregón no fue obra del azar. Supo usar alambradas, ametralladoras, trincheras y tácticas de desgaste inspiradas en la Primera Guerra Mundial. Pero más allá del campo de batalla, fue su capacidad de relatar esa victoria, documentarla y proyectarla como hazaña nacional lo que cimentó su lugar en la historia.
Obregón escribió memorias, publicó partes de guerra y dejó constancia de sus movimientos como si supiera que más adelante habría quien dudara de sus méritos. En contraste, la historia de Villa en Celaya quedó fragmentada, silenciada o sepultada bajo el mito de su derrota.
¿Qué pasó realmente en los combates de Celaya?
Durante años, la historiografía oficial presentó los combates de Celaya como una brillante hazaña obregonista. Sin embargo, los partes de guerra, los testimonios de combatientes y los informes militares de ambos bandos sugieren que fue una batalla de resistencia brutal, con miles de muertos, un escenario más cercano a la carnicería de Verdún que a un despliegue heroico.
La victoria de Obregón se consolidó a través del uso sistemático de la trinchera, la estrategia de desgaste y el aprovechamiento logístico del terreno, incluyendo ferrocarriles y líneas de abasto. Su capacidad para frenar y después desmantelar el avance villista le dio al constitucionalismo el aire que necesitaba para reorganizar el proyecto revolucionario bajo Venustiano Carranza.
En Celaya se ganó una batalla esencial que definió el tipo de poder que prevalecería tras la Revolución. Uno basado en un arrojo personal acotado por la administración del Estado, el control territorial y la institucionalización del mando.
¿Por qué Álvaro Obregón es considerado más político que militar?
Obregón entendió muy pronto que el poder residía, por un lado, en ganar guerra y por otro, en administrar su relato y proyectarse como líder civilista. Es decir, en crear una narrativa triunfalista. A diferencia de Villa, que fue ante todo un líder popular con escasa estructura institucional, Obregón supo rodearse de figuras clave como Plutarco Elías Calles, Benjamín G. Hill y Adolfo de la Huerta, conformando un grupo político-militar que dominó la posrevolución.
Su frase más citada, “soy un ciudadano accidentalmente sobre las armas”, refleja esa voluntad de transitar del campo militar a la política sin dejar de ejercer el control, una fórmula que marcaría la historia del país durante el siglo XX. Obregón ganó en Celaya y ganó también en el imaginario: sus memorias, discursos y decisiones presidenciales lo colocaron como un “caudillo institucional”, figura fundacional del sistema político mexicano moderno.
¿Qué pasó en los combates de Celaya?
Fueron dos grandes enfrentamientos en abril de 1915 entre los ejércitos de Obregón y Villa. Se usaron tácticas modernas como trincheras, alambradas y fuego sostenido de ametralladoras. Obregón derrotó a Villa en lo que se considera el punto de inflexión definitivo a favor del constitucionalismo.
¿Cuántos muertos hubo en Celaya?
Las cifras varían, pero se calcula que murieron entre 6,000 y 10,000 soldados en total. Fue una de los combates más sangrientos de la Revolución Mexicana.
¿Por qué es importante la figura de Álvaro Obregón?
Porque logró traducir el poder militar en poder político, consolidó la transición hacia el civilismo revolucionario y sentó las bases del presidencialismo posrevolucionario. Su papel en la educación, la reforma agraria y la reconstrucción del Estado fue decisivo.
La historia de los combates de Celaya, es la historia de cómo se construye el poder, cómo se moldean los relatos oficiales, y cómo la figura de Álvaro Obregón ha sido alternativamente celebrada o criticada por sus decisiones.
Hoy, a través de estudios más críticos y accesibles, tenemos la oportunidad de revisar ese pasado y preguntarnos: ¿Qué tipo de Revolución fue la que sobrevivió? ¿Qué voces quedaron fuera del relato oficial?
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Obregón y el poder de narrar la Revolución
Álvaro Obregón en Celaya derrotó a Villa a un altísimo costo que devino estilo de mando donde la astucia política se impuso a la épica militar. Comprendió que una revolución no basta con ganarla en el campo de batalla, también hay que contarla, consolidarla y convertirla en Estado.
La historia oficial ha simplificado muchas veces estos procesos. Hoy, gracias a nuevas publicaciones como las de La Atenas de América, es posible revisitar los hechos desde las fuentes originales y ofrecer al lector una mirada más honesta, crítica y necesaria.
Este artículo ha sido escrito por Jesús Arroyo Cruz con base en fuentes históricas de los siglos XIX y XX. Nuestros contenidos están diseñados para aportar y acompañar en el camino del conocimiento.





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